Hay ocasiones en las que las fotografías no son aptas para cualquiera. Un amante de los animales vería en esta fotografía un ejemplo visual de maltrato, mientras que el artista que dejó morir a su perro de hambre para exponerlo en su exposición diría que es arte.
Sea de uno u otro motivo, la que aquí escribe opina que esta fotografía es dolorosa para los amantes de los animales. En ella podemos ver a Smokey, un perro que ha tenido un tenedor de barbacoa clavado en su cabeza durante 4 días (3-4 días).
Sus dueños no saben cómo se lo ha podido clavar (nosotros tampoco pero supongo que las dudas ya están puestas).
El caso es que Smokey ya está bien, ha sido operado y, lo mejor de todo, es que ha sobrevivido. La imagen quedará para la prosperidad.
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