Cuando Ray Bradbury escribió Fahrenheit 451 en 1953, habló de unos pequeños dispositivos, llamados Caracol, que se metían en los oídos y servían para escuchar música o emisoras de radio de manera individual. Muchos años después, tenemos auriculares que funcionan por bluetooth y que nos permiten dejar a un lado los molestos cables. Hoy os traemos un invento, patentado por Nokia, que va más allá de esta realidad.
Se trata de un parche magnético que puede sincronizarse con el teléfono móvil y hacer que vibre cuando te llaman o te llega un mensaje. ¿Dónde está lo sorprendente? En que se colocaría como si fuese un tatuaje. En tu propio cuerpo. De esta forma, sabremos que nos llaman siempre, aunque tengamos el móvil lejos o silenciado. Además, este parche no necesita alimentación, ya que funciona gracias al campo magnético generado por el teléfono móvil.
Esta tecnología podría ser completamente configurable, así podríamos indicar la intensidad de la vibración, el número de veces que vibraría o la distancia entre las mismas. Al igual que cambiamos el tono de nuestro teléfono, ahora cambiaríamos también este sistema de aviso corporal.
A pesar de la noticia, por ahora sólo se trata de una patente, por lo que es muy poco probable que se implante. No obstante, el prototipo ya está, lo que quiere decir que es posible ponerla en marcha. ¿No te parece una noticia alucinante? Cada vez vamos avanzando hacia una sociedad más desarrollada y aquella idea de Minority Report parece no estar muy lejos… con sus pros y sus contras.
Habría que ver, también, el nivel de aceptación que tendría esta idea. ¿Llegarías a ponértelo si saliese a la venta?