Todos nosotros hemos visto a famosos, y sobre todo famosas, saliendo realmente muy sensuales y provocativos en las tapas de algunas de las revistas más importantes del mundo. Aunque no lo sepas, y su nombre no fuera demasiado conocido hasta el momento, el hombre detrás de estas tomas no es otro que el polémico Terry Richardson.
El caso es que este controversial artista ha sido el encargado, entre otras producciones, de las que le llevaron retratar a Lady Gaga y Madonna en las portadas de “Harper’s Bazaar”; y mucho más recientemente su último escándalo ha tenido que ver con las famosas ya fotografías en las que se puede ver a Miley Cyrus exhibiendo de más en el video de “Wrecking Ball”.
De hecho, si por entonces las imágenes revolucionaron las redes sociales al poder verse la cantante desnuda encima de una bola de demolición, fue al poco tiempo que muchos en los Estados Unidos y en el resto del mundo comenzaron a preguntarse qué mente tan inventiva se escondía detrás de las estrellas para lograr esas fotografías.
Desde entonces, sus gafas de marco ancho, sus tatuajes y las clásicas camisas a cuadros que viste han transformado a Richardson no sólo en una estrella en sí mismo, sino también en un icono de la moda que muchos buscan copiar. Si embargo, ello no le ha alejado de tener un comportamiento público que, a veces se aleja demasiado de lo que se pretendería en una industria tan competitiva.
Parece que no es casual, incluso, que la top Coco Rocha se niega a trabajar con él, y la modelo Jamie Peck lo acusó, en 2010, de ser un depredador sexual. Además, ahora que se ha hecho famoso muchos de los que antes no lo habían denunciado se atreven a hacerlo, y hasta se ha comenzado una campaña en la que se señala que “influye negativamente en los medios de comunicación por su supuesto abuso y explotación de ciertas modelos”. Sin embargo, a él poco le importa.