A decir verdad, los gatos, como otras mascotas de la casa, pueden aprender muchas cosas y es que son listos para ello. Por ejemplo, este gato ha aprendido a abrir una botella (es decir, desenroscar el tapón), meter su pata y sacar unos cacahuetes para comérselos. Ya sólo le queda volver a tapar la botella y sería el crimen perfecto porque… ¿quién pensaría que un gato puede hacer eso?