Los animales, incluso los domésticos, pueden protagonizar a veces situaciones que resultarían muy difíciles de creer, como ha sucedido recientemente en el caso del gato Alphie, el cual se tragó una antena de televisión que le quedó alojada desde el esófago hasta el estómago. Pero eso no es lo más sorprendente de todo, sino que tuvo la suerte de ser sometido a una operación quirúrgica, y sobrevivir sin mayores inconvenientes.
En concreto, la historia fue conocida de boca de la dueña de Alphie, quien manifestó a la prensa que su felino estaba como hipnotizado por las imágenes que le brindaba la televisión, de forma tal que en las últimas semanas había desarrollado una fuerte afición por acercarse al aparato, a tal punto que terminaría por ingerir la antena que permite que las señales lleguen desde el espacio y nos permitan ver lo que nosotros queremos.
“Una noche oí un gran estruendo y subí a investigar, supuse que Alphie se había caído de la ventana. Parecía estar bien, pero se lo veía escondido debajo de la cama”, manifestó la propia mujer, quien aseguró que sólo sospechó de algo al día siguiente, cuando creyó que su mascota se encontraba enferma, y por eso decidió llevarla al veterinario para que le dijera qué le sucedía.
Para colmo, sólo cuando el profesional le aseguró que su mascota parecía haber tragado “algo”, fue que esta persona recordó que a su televisión le faltaba una de las antenas, con lo que concluyó que, presumiblemente, ese era el elemento que se encontraba dentro de su animal. Por este motivo, Alphie debió ser operado de urgencia por el especialista, para evitar que su vida corriera riesgo.
“Es muy raro, tuvimos un caso hace unos años, cuando un perro se comió una estaca en una tienda, pero es muy poco común que un objeto sólido se ingiera de esta manera”, aseguró al respecto Liz Airey, la cirujana que operó al animal.