Los jueces son los encargados de impartir justicia en todo el mundo, o al menos en la mayoría del planeta. Sin embargo, pocas veces suceden casos tan extraños como éste, del que da cuenta la prensa norteamericana en las últimas horas, informando que el integrante de alto tribunal local ha decidid auto-condenarse, por el incumplimiento de una de las normas más básicas que hacen a las audiencias estatales en aquel país.
“La ley es igual para todos”, habrá pensado justamente en ese momento el famoso juez Raymond Vought, cuando se dio cuenta de que en medio de una audiencia pública que se llevaba a cabo para determinar las culpas de habitantes de su localidad acerca de varios delitos, comenzó a sonar su propio móvil, algo que las leyes locales establecen como completamente prohibido.
“Nunca imaginé que esto me pasaría a mí. Un juez es un ciudadano como cualquier otro. No está por encima de la ley”, explicó al respecto del caso el magistrado, quien no se detuvo en el hecho de que si bien estas situaciones suelen suceder a los jueces de su país bastante más seguido de lo que uno esperaría, casi nunca optan por aplicarse a sí mismos las sanciones que corresponden para el caso.
Sin embargo, Vought consideró entonces que él mismo se encontraba por fuera de la ley, por lo que se juzgó en medio de la auditoría, obligándose a pagar la suma de 25 dólares que está establecida en los Estados unidos para los jueces que no cumplan con estas medidas de seguridad entro de los auditorios, y que si bien el conocía a la perfección, dejó de lado al olvidar su móvil encendido, algo que a muchos no pasa en lugares que no son de los más correctos para ello.
Hay que destacar, en este sentido, que las leyes estadounidenses obligan a apagar el celular antes de entrar a una sala de justicia, y que incluso todos los asistentes a los juicios tienen esta misma obligación, por lo que no es extraño que se produzcan multas semejantes a los presentes en este tipo de situaciones.
