Sabemos que el mundo está lleno de relojes de todo tipo, pero si entre todos ellos debemos destacar especialmente uno, entonces es muy difícil no decantarse por un ejemplar ruso, que curiosamente se encarga de contabilizar el tiempo que transcurre desde el nacimiento de la Tierra hasta su destrucción por el Sol dentro de 7.000 millones de años, un hecho que se considera probado por la ciencia internacional.
Lo cierto del caso es que si bien no estaremos en el momento en el que eso ocurra, de modo que no podemos saber que pasará con el reloj en las instante finales a la caducidad del planeta Tierra, que puede no ser la de la raza humana, se trata de un producto realmente extraño, que ha sido tomado por los rusos en los últimos tiempos como uno de los que más orgullo les produce.
Básicamente, la idea de los creadores de este reloj se encuentra relacionada con la intención de recordarles a todos los hombres que si bien nos queda mucho tiempo en el planeta Tierra, el mismo no es infinito, como algunos consideran, de modo que se trata más bien de un recordatorio que de un reloj con otro tipo de funciones.
Según los especialistas que lo han diseñado, el reloj “muestra muestra la cuenta atrás desde el nacimiento del mundo al momento de su desaparición, un final que tardará mucho más en llegar de lo que las malas interpretaciones dicen que señala el calendario maya”, momento que los científicos sitúan en alrededor de 7.000 millones de años.
Entre las personas que se han dedicado a la confección de este aparato, además, hay que destacar la impresionante labor de Sergei Karelin, miembro de la Unión de Artistas de Rusia, quien ha manifestado que uno de sus fines principales tiene que ver con buscar una medida de tiempo que se encuentre más allá de todas las interpretaciones religiosas.