En el mundo existen casos curiosos para absolutamente cualquier cosa que se nos ocurra, y en este punto, uno de los más llamativos de los últimos tiempos tiene que ver directamente con el caso de una mujer británica que posee un oído anómalamente agudo, lo que le permite escuchar cosas que el resto de los humanos ni siquiera estamos cerca de sentir.
De hecho, los medios locales indican que Julie Redfern, como se llama esta mujer, padece un “raro trastorno que le permite oír el fluir de su propia sangre, el latido del corazón e incluso el sonido que producen sus globos oculares al moverse”, una situación que no tiene parangón en el resto del mundo previamente, y que ya ha alertado a los especialistas en la materia por lo llamativo de la misma.
Esta mujer de Padiham, Reino Unido, sufre lo que los médicos han denominado “un síndrome de dehiscencia del canal superior”, el cual entre otras cosas, transforma para ella cualquier sonido a un volumen tan fuerte que en ocasiones la sensación es inaguantable, y desde ya que no puede ir a sitios como discotecas, en los cuales la música está excepcionalmente alta.
Entre otras curiosidades que hacen a su vida, a los 47 años ya, se expresa que esta mujer “también oye su propia voz en forma de eco y no puede comer alimentos sólidos, como manzanas o galletas”, dado que el cuadro se intensificó en los últimos años, aunque el mismo ya era conocido desde hace un tiempo largo.
De hecho, resulta también curioso, como todo alrededor de ella, que en un principio, los médicos creían que los síntomas eran consecuencia de que estaba entrando en la menopausia, pero pasados varios años comprendieron que en realidad su oído anómalo estaba entrando en una fase de mayor percepción, que para ella es verdaderamente terrible.