Hay risas que simplemente son contagiosas, a lo mejor no porque sea contagiosa en si, sino más bien porque es tan ridícula que terminas riéndote de tu propia risa, por lo que creas un círculo vicioso que nunca jamás termina, momento al que pasas a ser objeto de vídeos de coña.
Por cierto, me acaba de surgir una duda existencial, sabéis si existen diferentes nombres para diferentes tipos de risas…