Dipendra Poudel, miembro del departamento gubernamental de montañismo, dijo recientemente: “Tratamos de mandar al mundo el mensaje de que el Gobierno está haciendo esfuerzos para limpiar el Everest. Cada escalador tiene la responsabilidad de limpiar el Everest”. Y claro, muchos de los que en los últimos tiempos habían subido la montaña más alta del mundo, se miraron entre ellos.
El caso es que, así como se lee, a partir del año que viene, todos aquellos montañistas que suban el Everest, y que son cientos al año, deberán volver a subir la montaña si dejan en su espacios, basura. De todos modos, ya a partir de marzo, este mes, se comenzarán a realizar los primeros rastrillajes en la zona, al menos hasta mayo, cuando se halla ido el grueso de los escaladores que se acercan al lugar.
De hecho, la noticia no es menor y viene justo cuando una serie de grupos ambientalistas internacionales, vienen señalando en los últimos tiempos que el Everest puede ser considerado “el vertedero más alto del mundo”. Le llaman así, de hecho, debido a la enorme cantidad de residuos que cada año se acumulan en los alrededores de una de las montañas más famosas del mundo.
“Algunos pueden crear menos basura pero deberán cumplir con su cuota incluso si ello supone que tienen que recoger residuos que ya estaban allí”, relataron las mismas autoridades al respecto, dado que recientes estudios señalan que por cada montañista que se acerca a la zona, quedan unos ocho kilos de residuos en la montaña misma o en sus inmediaciones.
Si pensamos que todos los años, cerca de 800 personas escalan el Everest, las autoridades estiman que unos 6.400 kilos de residuos serán recogidos de aquí a dentro de 12 meses. Entre los principales residuos se encuentran algunos como por ejemplo latas de comida, botellas de bebidas y botellas, tanto de oxígeno como de gas.