Una de las cosas que uno nunca esperaría que pasen en un funeral, es que el propio ser humano al que se está despidiendo, aparezca por una de las puertas como si nada hubiera pasado. Pues bien, lo dice Sabina en su canción, y parece que la profecía se ha cumplido, teniendo en cuenta la noticia alertada por la prensa brasileña, acerca de una persona local que se encontró con su propio velorio.
Lo cierto del caso es que el hombre dado por muerto, Gilberto Araújo, de 41 años, y habitante de la ciudad de Alagoinhas, es ahora todo un personaje para los medios locales, ya que no tuvo mejor idea que aparecerse vivo en su propio funeral el pasado fin de semana, en el momento en el que sus parientes estaban velando por error a un muerto desconocido que habían confundido con él.
Esta persona, que se gana su vida limpiando automóviles en las calles de su localidad, apareció el pasado domingo en una casa de sepelios del norte del estado de Bahía, donde se encuentra Alagoinhas, ante la mirada incrédula de todos los que se encontraban presentes dándole el último adiós a su vida terrenal.
“Hubo un gran susto, algunas niñas se cayeron, se desmayaron. La gente salió corriendo, la calle se llenó de motos y de automóviles”, explicó una de las personas cercana a este hombre, quien incluso confirmó que el estupor de todos los que se encontraban presentes fue total, al tiempo que otros ni siquiera le creían que se tratara de él.
De hecho, posteriormente las autoridades policiales confirmaron que el hombre a quien estaban velando, y que había aparecido muerto en un tiroteo el sábado, no era Gilberto Araújo, sino otra persona realmente parecida, con lo que había podido engañar a todo el mundo.
