Sí, tal y como lo oyes. Si estás buscando trabajo y eres una chica mona, no pongas tu foto en el curriculum (a no ser que lo pidan expresamente). Si eres un chico, al contrario: busca esa en la que mejor salgas y ponla que se vea bien. ¿Por qué? No lo sé, pero dicen los expertos que tiene que ser así.
Unos investigadores de una universidad israelí han llegado a esta conclusión. Dicen que todo se debe a que las mujeres somos un poco retorcidas y no contratamos a otras chicas guapas porque las vemos como una rival. Vamos, que si en el futuro tenemos que enfrentarnos a ellas, pensamos que su belleza puede hacernos sombra.
Así que ahora, si encima de desempleada y joven eres guapa, vas a tener un problema más, porque te va a costar más encontrar un empleo. Sin embargo, los hombres van a tener suerte, porque entre ellos no existen esos «celos» y si quien contrata es una mujer, tienen más puntos.
Este estudio se ha publicado después de haber mandado curriculum con fotografías y sin fotografías a puestos de trabajo de distinta índole. Dicen los investigadores que las guapas tardaron más que las feas en ser llamadas para el puesto, a pesar de ser curriculum idénticos.
A mí este estudio me parece un poco… tonto. Porque al final en lo que se resume todo es que las mujeres somos unas superficiales que nos guiamos por el físico y somos como la madrastra de Blancanieves: que no queremos a ninguna más guapa que nosotras a nuestro alrededor. Y no creo yo que las responsables de recursos humanos de las empresas se dejen guiar por el físico antes que por la experencia y las técnicas de entrevistas laborales que hayan preparado, ¿no?
Y para colmo, los investigadores sugieren que el curriculum se mande sin foto. Pero entonces, ¿en qué quedamos? Si lo primero que te explican que tienes que poner al hacerlo es la foto… ¡Aquí no hay quien se aclare!