Aunque fue nombrado juego de mesa del año en 2009, todavía sigue siendo uno de los mejores juegos de nueva generación. Y en España, aunque tiene muchos fans, todavía no es conocido por el gran público. Estamos hablando de Dixit, un juego de cartas en el que la imaginación es fundamental para pasar un buen rato.
Se trata de un juego sencillo, original y muy útil, porque puede jugarse en cualquier parte. No necesitas tablero (en la última expansión sí, pero no es totalmente imprescindible) y tan sólo tienes que tener un pequeño espacio para poner las cartas. La dinámica es bien sencilla.
Cada jugador obtiene seis cartas. En cada turno, uno de ellos se convierte en narrador: escoge una carta y dice una frase que le sugiera la imagen, aunque debe ser algo que no sea muy evidente. El resto de jugadores, entonces, escoge entre su mano y le entrega una tarjeta que pueda estar relacionada con lo que ha dicho. Tras barajarlas todas, se ponen en la mesa y los jugadores votan cuál creen que es la carta del narrador. Gana quien más puntos consiga.
Aunque contado así es un poco soso, lo cierto es que el juego es muy adictivo y te hará pasar verdaderas horas jugando y riéndote, porque te aseguramos que la imaginación suele desbordarse, dando lugar a frases muy divertidas. Lo mejor del juego es que nunca se acaba, porque las combinaciones son múltiples. Aunque si cuando has jugado un tiempo quieres ampliar las imágenes puedes adquirir la expansión, Dixit 2, o la edición extra, Dixit Odyssey, donde tienes otras reglas para jugar con más jugadores y a otras variantes.
El juego básico cuenta con un tablero y unos bonitos marcadores en forma de conejito para contabilizar los puntos, aunque si estás de viaje, puedes llevarte las cartas y apuntarlo en un papel. Lo mejor de todo son las ilustraciones, fantásticas y dignas de un cuento de hadas.