¿Recuerdas cómo eras de pequeño? Preguntabas todo lo que se te pasaba por la cabeza sin vergüenza alguna, comentabas todas tus opiniones sin importarte lo que otros dijeran, bailabas en la calle sin que se te sonrojaran las mejillas, y te encantaba conocer a gente nueva incluso enclaustrado en tu sillita de pasear.
En el fondo, el atrevimiento infantil, ese lado gamberro a la vez que divertido, desinhibido y despreocupado que todos expresamos en algún momento de nuestra vida aunque lo hayamos enterrado en nuestra memoria o relegado a cuando estamos entre amigos de confianza, es algo que aún hoy en día puede funcionarnos para conectar con gente, gente desconocida.
Con esta idea, Mentos ha decidido hacer un divertido experimento. Por un lado gente adulta, por otro niños y finalmente la calle llena de desconocidos. Con esos ingredientes, los de Mentos la han liado parda, y si no te lo crees, mira este vídeo:
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