Intentando una cura

enferma

Sabiendo que es lunes y que tienes un montón de trabajo por delante, el cual la mayoría de ello dejarás para el martes y entonces odiarás el martes, te propongo que te tomes un descanso para leer este texto. No es demasiado largo así que terminarás pronto y lo mejor de todo es que vas a poder disfrutar un poco entre tanto trabajo.

La esposa de un hombre había estado en coma en el hospital durante algún tiempo. Como parte de su atención continuada, las sábanas se cambian con frecuencia y le dieron baños de esponja por una enfermera.

Durante uno de los baños de esponja, la enfermera se da cuenta de que la paciente, la esposa, reaccionó cuando tocó las partes íntimas de ésta. Entonces habló con el marido y le explicó una idea, poco convencional, pero que podía, quizás, traer de vuelta a su esposa a la vida.

La idea de la enfermera era que el marido practicara el oral con su esposa (creo que todos sabemos a lo que se refiere, por supuesto). Al principio un poco escandalizado, después de la primera impresión decidió aceptar y la enfermera los dejó solos a los dos para que tuvieran un poco de intimidad.

Unos minutos después las alarmas del equipo al que estaba conectada la esposa empezaron a sonar y la enfermera entró en la habitación para descubrir que la mujer había fallecido finalmente.

Se dio la vuelta hacia el marido y gritó: ¡Qué ha pasado!

A lo cual el marido respondió: «No lo se. Debe haberse ahogado.»

Eso para que digan que los hombres entienden las cosas a la primera y no hay que explicárselo todo muy, pero que muy bien para que no cometan fallos.

Vía: miss Cellania

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