Ayer comentábamos un poco acerca de los arrestos más increíbles sucedidos el año pasado, y para continuar con el repaso, tenemos que mencionar el curioso caso de Antonio Rodiles, abogado, periodista y activista cubano, que fue detenido en noviembre, por preguntar sobre la detención de su colega Yaremis Flores.
Abortar en algunos sitios del mundo está permitido, pero en otros como en El Salvador no es así. De hecho, una chica cuyo caso se conoció bajo el nombre de “Mery”, buscó hacerse un aborto clandestino utilizando medicamentos cuando llevaba ocho semanas de gestación, pero al ser llevada al hospital los médicos dieron aviso a las autoridades, que la juzgaron por “tentativa de homicidio”, y la sentenciaron a dos años de cárcel, además de asegurarse que tenga a su hijo.
Subir y compartir un video en Internet es algo que algunos de nosotros hacemos todo el tiempo, porque no tenemos la suerte del egipcio Saber Ayad, quien fue apresa do posteriormente a subir un video en el que hablaba de la “inocencia de los musulmanes”, donde retrata al profeta Mahoma y al Islam de forma negativa, lo que provocó la ira de sus vecinos, y una condena por tres años de prisión.
Tener un blog también puede llevarnos a prisión en algunas partes del mundo, como por ejemplo en Vietnam, donde Nguyen Van Hai, fundador del Club Vietnamita de Periodistas Independientes, fue condenado a 12 años de prisión por “hacer propaganda” en contra del Estado, cuando sólo clamaba por el respeto a los derechos humanos.
Pero entre todos los arrestos increíbles que tuvimos este año, tal vez el más distinto fue el de la banda feminista de punk, Pussy Riot, a cuyas integrantes se las catalogó de “vándalas”, luego de cantar una canción de protesta en la Catedral de Moscú con consignas a favor de los derechos de las mujeres, por las cuales fueron apresadas, y deberán cumplir una condena de dos años de cárcel.