Ejemplos de buenos y malos padres encontramos casi de forma continua en todo el mundo, pero seguramente pocos casos habrán sido tan significativos como esta mujer británica, que no tuvo mejor idea que encerrar a sus hijos en una misma habitación con dos animales muertos, para poder salir durante la noche.
Lo cierto del caso, es que según publican diferentes medios del Reino Unido, esta mujer no tuvo mejor idea que encerrar a sus pequeños, de 10 y 14 años, 24 horas junto a un loro y un perro muerto, mientras ella se encontraba en una fiesta, una situación que ha causado gran indignación a nivel local, y la actuación de las organizaciones que velan por los derechos de los niños en todo el planeta.
Para completar el cuadro, las mismas fuentes señalan que en el inmueble donde fueron encerrados los pequeños, se pudieron encontrar restos de comida en descomposición, ropa sucia por todos lados, utensilios de cocina sin lavar, botellas vacías de alcohol, y los dos mencionados animales muertos, que fallecieron por falta de alimentación según las pericias.
Pero como si todo lo anterior fuera poco, otro elemento contundente para juzgar a esta madre, es que más allá de la edad de los chicos, ninguno de ellos sabe leer ni escribir, puesto que en ningún momento de sus vidas fueron enviados a la escuela, y eso se suma a la poca higiene personal que mantenían, y que según testigos, les lleva a creer que nunca fueron bañados.
De este modo, y tras la actuación de las autoridades locales, la mujer se encuentra apresada e incomunicada, al tiempo que su abogado defensor no ha tardado en declarar que se ha portado de este modo tan horrible con sus hijos, debido a una depresión que afronta por una causa amorosa, un justificativo que parece quedarse corto ante la acusación de maltrato infantil de la que ha sido objeto.