Es bien sabido por cualquier diseñador que el cliente a veces te hace perder los nervios y te manda cambiar un diseño impecable por un verdadero destrozo. ¿Qué pasaría si el «cliente» de las banderas del mundo hiciese lo mismo? Que la de Estados Unidos tendría las estrellas más fáciles de contar, la de Reino Unido los bordes más redondeados… Todo explicado en este genial flash:
Enlace: La animación original
Vía: Advertising/Design Goodness