Como se venía anunciando en las últimas semanas, y más allá de que mucha gente no tenía demasiado idea de qué quería decir esto, se ha anunciado que todos los relojes verán incrementado un segundo su contador desde el día, de hoy, como informa la Oficina Internacional de la Hora en París, haciendo efectivo este cambio a partir de la medianoche de ayer.
Lo concreto del caso es que, de éste modo, la mayoría de los relojes internacionales, partiendo de los que se encuentran dominados por esta oficina, han agregado un segundo al reloj el sábado 30 de junio a medianoche, por lo que la hora universal del mundo, en lugar de pasar de las 23:59:59 a las 00:00:00 del 1 de julio, pasará a las 23:59:60 del 30 de junio, momento que, teóricamente, no debía haber existido de no ser por esta excepción.
En este sentido, el principal del Observatorio Naval estadounidense, Geoff Chester, afirmó en recientes declaraciones a la prensa, consultado por esta novedad cuanto menos curiosa, que el segundo adicional era necesario porque “la gravitación de la Luna desacelera a la Tierra”, considerando que es preferible aplicar este cambio en una ocasión ahora, antes de que se deban aplicar muchos segundos de diferencia en el futuro.
Pero además, había otro objetivo detrás de este cambio, y el mismo tenía que ver directamente con la posibilidad de que, el segundo adicional permitiera a los especialistas, que el Sol se encuentre en el cenit a mediodía, siendo la primera vez que ésto sucede en los últimos tres años, y la 25º que ocurre en la historia, al menos desde que se tienen registros confiables, según las estadísticas de los especialistas.
Una vez más, la ciencia ha demostrado que se mueve en carriles que las personas normales apenas podemos entender, y si quieres sumarte a este movimiento, tienes que detener tu reloj por un segundo, a menos claro, que quieras ser un adelantado en el mundo.