Uno de los mayores miedos que tienen las personas que suelen viajar en avión y que ya han tenido episodios cardíacos en el pasado, es el sufrir un infarto mientras la nave se encuentra en pleno aire, ya que si bien está claro que a bordo van los especialistas con todo lo necesario, la atención nunca puede ser la misma que en un centro asistencial común y corriente en tierra firme.
Eso fue, justamente, lo que sucedió en los últimos días a Manuel Rodríguez, un asturiano de 49 años, quien tuvo la mala fortuna de sufrir un infarto en pleno vuelo, aunque se trató más bien de una desgracia con suerte, ya que al consultarse si había un médico a bordo para dar una mano en el procedimiento, hasta 20 personas entre los pasajeros resultaron tener esa profesión.
En concreto, el caso es que el destino hizo que en ese avión viajaran 20 médicos que acudían a un congreso científico en Barcelona, en un vuelo de la compañía Vueling que había salido de Oviedo de madrugada y tenía como destino el Aeropuerto de El Prat, sucediendo el hecho el pasado miércoles, siendo una noticia más que curiosa, de las que pocas veces hemos tenido conocimiento.
Otra suerte fue, de hecho, que entre todos los médicos que iban en el pasaje, varios estaban especializados en Urgencias, por lo que ni siquiera tuvieron los nervios que le hubieran sido lógicos a un médico cuya especialidad nada tiene que ver con el tratamiento de un infarto, que finalmente fue terminado de sobrellevar luego de un aterrizaje de emergencia en Zaragoza,
Ingresado en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, este hombre no sabe con qué palabras agradecer a todos los que se preocuparon por su salud y le salvaron la vida, ni cómo agradecerle al destino que le pusiera en un avión lleno de especialistas en la urgencia que él mismo iba a sufrir.