Noticias curiosas tenemos todos los días, pero la mayoría de ellas suelen afectar a una persona, o al menos a unas pocas personas. Lo más increíble sucede, no obstante, cuando se producen fenómenos que conmueven a todo un país, como ha sucedido por estas horas en Argentina, donde un olvidado pueblo fantasma que permaneció un cuarto de siglo bajo el agua ha reaparecido nuevamente en estos días.
Lo concreto del caso es que el pueblo fantasma se encuentra ubicado en algunas de las tierras de labranza al sudoeste de Buenos Aires, y tiene que ver con lo que en su momento fue una concurrida localidad turística junto a un lago, que a mediados del siglo pasado llegó a recibir a cerca de 20.000 personas en su época de auge, en una colonia que los residentes locales habían denominado “Epecuén”.
Además, como el esplendor de esta localidad coincidió con un momento de la Argentina de pleno crecimiento, en el que los trenes eran fundamentales para el bienestar del país, se había inaugurado hacía poco tiempo un recorrido que iba desde la capital directamente hacia este destino turístico, llevando cientos de personas de ida y vuelta todos los días.
Los turistas, especialmente gente de la comunidad judía de Buenos Aires, disfrutaban flotar en aguas que les recordaban al Mar Muerto de Israel, si pensamos en que por entonces muchos de ellos eran inmigrantes que habían venido a hacer negocios a Argentina tras la segunda guerra mundial, y buscar un sitio para que sus hijos vivan mejor que ellos.
El problema es que, luego de una serie de inviernos especialmente lluviosos, la ciudad fue quedando bajo el agua poco a poco hasta que sus habitantes se fueron, y de hecho desapareció de los mapas en 1985. Para hace unos años, el pueblo estaba diez metros bajo el agua, pero ahora la misma bajó, y se pueden observar los restos de la casas y lo que queda de Epecuén.