No corren buenos tiempos para la Iglesia Católica, ya que si en las últimas semanas se produjo la renuncia de un Papa, Benedicto XVI, luego de varios siglos, ahora la decisión que llevará a la elección de su sucesor se ve envuelta en polémicas y rumores de todo tipo, que han sido coronados por el ingreso de un extraño, vestido a modo de Cardenal, a las instalaciones del Vaticano, ni más ni menos.
En concreto, la prensa italiana informó en las últimas horas, que un hombre disfrazado de obispo católico logró colarse en una reunión en el Vaticano, con el agravante de que el encuentro es uno de los tantos que se llevarán a cabo en las próximas semanas para decidir quien es la nueva cabeza en la Tierra de la Iglesia Católica, en el contexto de lo que son las discusiones previas a la designación del elegido.
De todos modos, las fuentes provenientes del Vaticano, afirmaron que si bien el hombre pudo ingresar a la Santa Sede, fue detectado de inmediato, y sacado de allí, considerando que ahora deberá remitirse al juicio que le corresponde por violar este ingreso, que se reserva únicamente a un grupo muy selecto de obispos y cardenales.
En este sentido, hay que decir que el hombre aprovechó muy bien la situación, ya que en ese mismo momento estaban ingresando el recinto más de 100 cardenales, por lo que los guardias de seguridad se encontraban casi imposibilitados de observarlos a todos en detalle, hasta que algunos minutos más tarde alguno de ellos detectó que esa cara no le era familiar.
Incluso, lo más curioso del caso es que, ante la enorme cantidad de periodistas apostados en el ingreso a la Santa Sede, este hombre, cuyo verdadero nombre es Ralph Napierski, realizó declaraciones a la prensa como si de verdad fuera un integrante de la Iglesia Católica, afirmando entonces que su nombre era “Basilio”, y que pertenecía a la orden de la “Iglesia Ortodoxa italiana”, que de hecho no existe.