Vivir día a día con un adolescente, no es tarea fácil, pues ellos deben pensar que solo les hablamos para prohibirles cosas, para recordarles cuales son sus tareas domesticas, y obligaciones con los estudios, pero, no es asi.
Tenemos que darles en la misma medida, cariño y apoyo en lo que para ellos es importante, como sus aficiones, gustos y amigos.
Hay que intentar comprenderles al máximo, pues deben saber que traerles al mundo, es lo mas grande que nos ha pasado en la vida, y es por ello que no queremos que sufran, ni les hagan daño, a lo que muchas veces, por esa necesidad de protegerles de todo, les quitamos la oportunidad de equivocarse ellos mismos, cosa que en la vida, es necesario equivocaros por nosotros mismos para madurar e ir aprendiendo.
De vez en cuando deberíamos echar la vista atrás y recordar cuando nosotros teníamos su edad, pero no solo para decirle a ellos de lo que nos privaban nuestros padres sino también para recordar nosotros mismos, que queríamos en aquellos momentos, como nos sentíamos cuando los adultos se pasaban el día aconsejándonos y lo difícil que es que te acepten tu circulo de amigos, tener el ultimo videojuego del mercado( aunque tus padres no puedan comprártelo) , tener claro a lo que quieres dedicarte en la vida…ect.
Pensemos que si tenemos un adolescente en casa, “rebelde”, busquemos en el fondo, púes el problema acaba surgiendo, y saldrá a flote lo que realmente le preocupa, que seguro que es algo, que puede que no le puedas ni debas solucionar, pero debemos estar ahí, para escucharlo.
Fuente: monografías
